Capítulo
10: Máscaras
Al
día siguiente, la fiesta de disfraces de Spencer Riverplot comenzó a las ocho
de la mañana con mucho entusiasmo. Una gran cantidad de gente había ido
disfrazada de caballeros medievales con armadura, soldados militares, princesas,
dragones, capitanes pirata, sirenas, payasos, cavernícolas y cualquier clase de
animal de áfrica que uno se pudiese imaginar. Incluso había un niño disfrazado
de Superman y una joven que había modificado el vestido de su madre a su antojo
y se había convertido en la Mujer Maravilla. Por el final de la fiesta, se
anunciaría al ganador del premio por mejor disfraz.
Spencer
era un hombre viejo de unos setenta y dos años, conocido en toda la ciudad por
brindar siempre las mejores fiestas y casi nadie faltaba. Pero, en el fondo,
también era un asqueroso avaro que amaba
el dinero más que su propia vida, por lo que hacía que sus invitados pagasen la
entrada y siempre se frotaba las manos, pensando en las enormes cantidades de
dólares que podría sacar con aquellos eventos. Cuando Gordon le avisó que su
vida estaba en peligro, mostró con enorme descaro su increíble nivel de
estupidez y codicia.
-No
me importa que ese hombre venga aquí-Dijo, despreocupadamente-Será como un
invitado más y ganaré más dinero.
-Le
aseguro que sólo podrá tocar el dinero mientras viva, Riverplot-Respondió
Gordon, enojado-Es más, ya deje de ser tan idiota. ¡Ese sujeto es cualquier
cosa, excepto un hombre!
-De
acuerdo, de acuerdo-Dijo el anciano-Pero sólo porque usted lo quiere así.
Todos
los invitados estaban en el salón principal, el cual tenía un pequeño
escenario, donde Spencer solía subir para dar anuncios importantes. Arriba, en
los costados derecho e izquierdo del escenario, había unos enormes parlantes,
de los cuales brotaba una hermosa música. Cerca de las ventanas, donde se podía
apreciar una increíble vista de Ciudad Gótica, había una mesa llena de
bocadillos y postres de chocolate, vainilla, frutilla y una inmensa selección
de sabores exquisitos para el paladar.
Durante
la fiesta, la policía vigiló el edificio en público, sin siquiera revelar el
motivo a nadie. Spencer mintió a sus invitados, diciendo que habían venido para
disfrutar de la celebración, pero que “se habían olvidado de venir
disfrazados”, una idea muy original para alguien tan estúpido como él.
Gordon y
sus hombres no bajaron la guardia en ningún momento: Revisaron por todos lados,
estando preparados para cualquier cosa que sucediese en aquel edificio. Batman,
por su parte, se encontraba afuera, trepado a una de las grotescas estatuas de
gárgolas que se encontraban cerca de las enormes ventanas, vigilando con
atención y escuchando lo que pasaba adentro gracias a un pequeño transmisor.
Algunas de las personas allí presentes tomaban ponche y la mayoría estaba en el
centro del salón, cantando y bailando; Otras estaban un poco preocupadas por la
presencia de la policía, pues temían que algo malo llegase a pasar.
Pasó
una hora entera. La fiesta estaba a punto de terminar y no había ni señas del
Joker. Gordon comenzó a pensar que la advertencia del loco sólo había sido un
mal chiste. Uno de sus hombres se acercó a él.
-Se
acabó, Comisario-Dijo, con aburrimiento-Nos han tomado el pelo. Avisaré a los demás.
-No
nos iremos hasta que la fiesta se acabe-Respondió Gordon-Aún existe la
posibilidad de que...
En
ese momento, la música dejó de escucharse. Spencer subió al escenario con un
micrófono y toda la gente se reunió cerca de allí para escucharle.
-¡Muy
bien, amigos y amigas!-Dijo Spencer, mientras sostenía una enorme copa de oro
en sus manos-¡Espero que hayan disfrutado de esta genial fiesta! ¡Ahora, como
todos saben, anunciaremos al ganador del mejor disfraz!
Se
hizo un momento de silencio. Los invitados se preguntaban quién sería el
ganador.
-Y
el ganador es-Dijo, mientras se contenía unos segundos para decir la
respuesta-¡Usted, señor!
Con
el dedo índice de su mano izquierda, Spencer señaló entre la multitud a un
hombre que estaba disfrazado de un payaso gordo de circo, con unos enormes
pantalones rojos, zapatos negros, camisa blanca y guantes grises. Tenía una
enorme máscara de payaso, con cara blanca, enormes ojos amarillos, una sonrisa
roja pintada y la calva tapada por un pequeño y gracioso sombrero de marinero.
El
hombre subió torpemente al escenario ante los aplausos de los demás y se reunió
con Spencer, quien ya casi no podía sostener más la copa.
-¡Un
disfraz muy original, señor!-Dijo Spencer, con una sonrisa disimulada.
-¡Oh,
gracias, pero creo que no me lo merezco!-Dijo el payaso, haciendo falsete de
voz chillona.
De
pronto, el comunicador en el oído derecho de Gordon comenzó a sonar.
-¡Jim!-Gritó
Batman-¡Saca a todos de allí! ¡Se aproxima un helicóptero!
-¿Dónde-Comenzó
a preguntar Gordon, hasta que vio por las ventanas y se detuvo.
Al
escuchar el fuerte movimiento de unas aspas, todos vieron que un helicóptero de
color morado, conducido por lo que parecía ser un payaso musculoso, se acercó a
las ventanas del edificio y activó su metralleta. Los primeros disparos
destruyeron el vidrio de las ventanas y los últimos llegaron a matar a varios
de los que estaban cerca de allí.
-¡Corran
todos a la salida!-Gritó Gordon-¡Lárguense ya! ¡Nos encargaremos!
La
gente empezó a escapar por la salida de emergencia y Batman entró en escena. La
mitad de los policías se encargaron de ayudar a sacar a las personas rezagadas
y la otra se reunió con Gordon y Batman.
Mientras
el helicóptero entraba en el recinto, se escuchó un fuerte disparo que venía
del escenario; Spencer Riverplot había sido asesinado por una bala en el
corazón. El trofeo se le escurrió de las manos y se rompió en pedazos, debido a
lo frágil que era. El hombre con disfraz de payaso lo había matado. Con la
pistola en su mano derecha aún humeando, el “payaso” se quitó la enorme
máscara, revelando la pálida y sonriente cara del Joker.
-¡Y así es cómo matas a un anciano imbécil!-Dijo, con una potente carcajada.
Gordon vio la escena
sorprendido, mientras que Batman entraba cerraba fuertemente las manos para
convertirlas en puños. Los demás policías, sin dudarlo ni un segundo, apuntaron
al criminal de inmediato. Del lado trasero del helicóptero, Harley bajó acompañada
del payaso que había conducido el helicóptero y otro curiosamente similar en
aspecto y altura al primero. Los dos estaban vestidos con chalecos anti-balas y
armados con metralletas.
-¡Ups!-Dijo
el Joker-¡Creo que estamos empatados de nuevo!
-¡Maldito
asesino!-Gritó enfurecido.
-¿Qué?-Preguntó
el bufón, con su clásica voz-¿Acaso no fue bastante fácil adivinar mi disfraz?
¡Lo sabía! ¡Tendría que haber venido con zapatos largos, estos me hacen ver
bastante obeso! ¡Ja, Ja, Ja, Ja, Ja, Ja!
Ambos
payasos abrieron fuego y en unos minutos, todos los oficiales que apuntaban al
Joker acabaron muertos o lastimados gravemente, quedando solos el Caballero
Oscuro y el Comisionado en pie. Gordon intentó jalar del gatillo, pero Harley le
pateó en la mano para que soltara la pistola y luego lo derribó con un puñetazo
en el mentón.
-¡Las
manos limpias, viejo!-Dijo ella, sonriendo vilmente-¡Ya eres bastante tonto
como para no haber venido sin máscara!
-¡Maldita
perra!-Gritó Gordon, mientras Harley lo lanzaba contra la pared-¡Te juro que cuando te atrape, te pondré en una camisa
de fuerza!
En
ese mismo instante, el odio y la ira se apoderaron de Batman. Sin siquiera
avisar nada, se abalanzó sobre el Joker y empezó a llenar su rostro de
moretones, mientras este último reía a más no poder.
-¡Pastelito,
no!-Dijo Harley, con terror en los ojos-¡Déjalo en paz!
Con
una gran desesperación, Harley subió al escenario y golpeó a Batman por la
espalda, pero la armadura del vigilante era bastante dura, por lo que se
lastimó los nudillos y se arrodilló en el suelo por el dolor. Batman, sin haber
notado aquello, continuó soltando golpes, hasta que se detuvo, viendo que el
Joker tenía la cara con sangre por todos lados y un diente roto, pero aún así
seguía riendo.
-Te
mataré-Dijo Batman, seriamente.
-¡Eso
es, fenómeno!-Respondió el Joker, con una carcajada demencial-¡Mátame! ¡Aplasta
mi cabeza! ¡Haz añicos mi tráquea! ¡Destruye mi cuello! ¡Adelante, hazlo!
¡Hazlo!
-¡Cállate!-Gritó
Batman, mientras resistía aquel impulso que siempre había logrado eliminar de
su mente por años.
Mientras
el vigilante más temido en Ciudad Gótica comenzaba a sufrir un terrible tormento
psicológico, el Joker consiguió meterle una patada en los genitales, logrando
liberarse.
-Denle
una pequeña lección, muchachos-Dijo a sus matones, mientras sacaba la sangre
que se le escapaba de la nariz con un pañuelo que tenía oculto en su disfraz-¡Así
aprenderá a no jugar con los mayores! ¡Ja, Ja, Ja!
Sin
problema alguno, los payasos descargaron varios golpes en el cuerpo de Batman,
dejándolo en mala condición para luchar. Harley, que se había recuperado, rápidamente
abrazó al Joker.
-¡Oh,
Cariño! ¡Gracias a Dios que estás vivo!-Dijo, aliviada.
-¡Desde
luego que lo estoy, Harl!-Respondió él, mientras se quitaba a Harley de encima-Y
ahora, por fin tendré el placer de encargarme de esta peste indeseable de una
vez por todas. ¡Sonríe, murciélago!
El
Joker levantó del suelo su pistola y se preparó para matar a Batman. Al ver que
estaba vencido, el héroe se rindió y esperó su final. Pero fue entonces cuando los
policías que habían ayudado en la evacuación regresaron y, al ver lo que había
pasado, comenzaron a disparar.
-¡Esto
se ha puesto malo, jefe!-Dijo uno de los dos payasos-¡Vámonos de aquí!
-Será
en otra ocasión, rata-Dijo el loco, con odio, al mismo tiempo que guardaba su
pistola.
Con
la ayuda de Harley y sus dos hombres, el Joker se dirigió a su única vía de escape y emprendió la huida. A pesar de los disparos de la policía, el helicóptero
logró despegar y emprender vuelo, perdiéndose en Ciudad Gótica.
Apenas
el Joker escapó, el pelotón revisó al resto del cuerpo caído y logró encontrar
tres heridos y dos muertos. Luego, se prepararon para reanimar a Gordon. Cuando
este finalmente despertó y se enteró de las bajas, se acercó al cuerpo de
Batman para ver si aún seguía con vida.
-¡Batman!-Preguntó de inmediato, esperando recibir una respuesta-¿Te encuentras bien?
Batman
estaba totalmente dañado por los golpes, especialmente por el que había
recibido de parte del Joker. Con esfuerzo, logró levantar su cabeza y,
escupiendo un poco de sangre, respondió:
-Jim,
esto tiene que acabar. Ahora.
-No
te preocupes, amigo-Dijo Gordon, mientras le ayudaba a levantarse-Te pondrás
bien.
CONTINUARÁ EL PRÓXIMO SÁBADO...
Próximo capítulo el Sábado. Por cierto, sé que te encuentras ocupado con Loquendo City Stories, pero ¿Seguirás con tu FanFic de Batman Thriumphant? Esperaré tu respuesta.
ResponderEliminar¡Hasta pronto!